¿Mi hijo es hiperactivo o sólo movido?

En muchas ocasiones oímos decir a las madres que tienen unos hijos movidos incluso algunas se atreven a añadir que es un niño hiperactivo haciendo alusión al trastorno por hiperactividad. Esta palabra debe utilizarse con cautela y únicamente cuando se esté seguro de que es ese el motivo del comportamiento del menor.
A veces, cuando una persona es movida hay que hacerse a una pregunta ¿es causa de la edad? En determinados periodos de crecimiento de los niños, estos pasan por etapas en los que están más movido, pero no por sufrir un trastorno sino más bien a causa de la edad y el periodo de vida en el que se encuentran.  Pese a ello hay veces que estamos en lo cierto y nuestro hijo sí que sufre algún tipo de déficit o trastorno. En caso de duda debe consultar con un especialista como por ejemplo puede ser un psicólogo para que lo valore y que determine el motivo por el cual su hijo se comporta de ese modo.



El trastorno por hiperactividad tiene como una de las señas más reconocidas, además del continuo movimiento, la falta de atención. En este concepto es en el que me centraré a lo largo de este artículo.

¿En qué consiste la atención? La atención tiene lugar cuando unos mecanismos ponen en marcha los engranajes para que se capte lo que pasa en el ambiente y organizar esta información.
Existen varios tipos de atención, entre los que se encuentran:
  • -   Focalizada: capacidad para responder de forma diferente a estímulos auditivos, visuales, auditivos o táctiles.
  • -          Selectiva: capacidad para realizar una misma conducta durante un tiempo sin distraerse.
  • -          Sostenida: capacidad de mantener la atención durante un periodo de tiempo.
  • -          Alternante: capacidad para atender a un estímulo de manera no lineal.
  • -          Dividida: capacidad de responder de manera simultánea a diferentes estímulos.


Algunos aspectos importantes indicativos de que debemos observar a nuestro hijo o llevarlo a un especialista es:

à Educación infantil (hasta 6 años):
  • -          Le cuesta aprender los colores o aspectos matemáticos.
  • -          Le cuesta aplicar lo que ha aprendido a su vida, memorizar.


à Educación primaria:
  • -          Le cuesta aprender y sacar buenas notas en los exámenes.
  • -          Interviene en clase de manera precipitada. 


à Educación secundaria (hasta los 16 años):
  • -          Le cuesta trabajar de manera individual y sin pautas previas.
  • -          Se puede aislar de los demás de la clase.


Esto son algunos de los aspectos aunque hay que saber que son genéricos, no son signos que muestren 100% que pasa algo atípico y, además, no hay que olvidar existen muchas más conductas que pueden ser signo de que el niño sufre un déficit de algún tipo.

En el artículo de la semana que viene expondré cómo mejorar la atención de vuestros hijos. Cualquier duda pueden consultármela a través del correo, teléfono móvil o concertando una cita conmigo en mí consulta.


Observa los comportamientos de tu hijo pero no lo etiquetes podría generar consecuencias que no te gustarán. Si hay un chico lo tachas de hiperactivo, sin una calificación profesional, podrías convertirlo en una persona con características similares a los chicos con trastorno hiperactivo.


Para finalizar, os dejo aquí los criterios diagnósticos con los que los psicólogos determinamos si la persona tiene un trastorno por déficit de atención por hiperactividad (DSM-IV-TR)

Criterio A:
  1. 1.    Seis o más de los siguientes síntomas de desatención durante al menos 6 meses: (a) a menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades (b) a menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas (c) a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente (d) a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones) (e) a menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades (f) a menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos) (g) a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas) (h) a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes (i) a menudo es descuidado en las actividades diarias
  2. 2.       Seis o más de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad durante al menos 6 meses: (a) a menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento (b) a menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado (c) a menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud) (d) a menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio (e) a menudo "está en marcha" o suele actuar como si tuviera un motor (f) a menudo habla en exceso (g) a menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas (h) a menudo tiene dificultades para guardar tumo (i) a menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej. se entromete en conversaciones o juegos) 

Criterio B: algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad.

Criterio C: algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en 2 o más ambientes (p.ej. escuela y casa)

Criterio D: deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.

Criterio E: los síntomas aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otros trastornos psicóticos, y no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Además, existen tres tipos: tipo combinado (criterio A), tipo con predominio del déficit de atención (criterio A1 no A2) y tipo con predominio hiperactivo-impulsivo (criterio A2 pero no A1) 

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